Nuevos análisis descartan presencia de posibles biomarcadores en la atmósfera de K2-18 b
Un equipo internacional de astrónomos ha publicado un estudio que desafía recientes afirmaciones sobre indicios de vida en el exoplaneta K2-18 b.

K2-18 b, un planeta subneptuniano templado situado a 124 años luz de la Tierra, había generado gran entusiasmo tras la sugerencia de que su atmósfera podría contener compuestos asociados a procesos biológicos, como el dimetil sulfuro (DMS) y el dimetil disulfuro (DMDS). Sin embargo, un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Chicago concluye que no hay evidencia estadísticamente significativa para confirmar la presencia de estos compuestos.
Usando observaciones del telescopio espacial James Webb (JWST), el equipo combinó datos en longitudes de onda del infrarrojo cercano y medio (0.6–12 µm) obtenidos con los instrumentos NIRISS, NIRSpec y MIRI. Mediante un análisis conjunto de los espectros de transmisión, aplicando distintos métodos de reducción de datos y modelos atmosféricos, los autores encontraron que otras moléculas, como el etano, pueden explicar igualmente las señales detectadas, sin necesidad de invocar biomarcadores como DMS o DMDS.
“La aparente detección de estos compuestos podría deberse a un conjunto limitado de moléculas consideradas en estudios previos o a la sensibilidad excesiva a pequeñas diferencias entre conjuntos de datos”, explican los autores.
Este estudio subraya la dificultad de identificar firmas biológicas en atmósferas exoplanetarias y la necesidad de más observaciones. Según los investigadores, serían necesarios al menos 25 tránsitos adicionales observados por el JWST para alcanzar una detección estadísticamente robusta.
Aunque se confirma la presencia de metano (CH₄) en K2-18 b, la existencia de un ambiente habitable, como un océano bajo una atmósfera rica en hidrógeno, sigue siendo incierta. La comunidad científica insiste en la cautela al interpretar señales en exoplanetas, recordando que la astrobiología es aún una ciencia emergente en busca de pruebas sólidas.
Referencia:Luque, R. et al. (2025). Insufficient evidence for DMS and DMDS in the atmosphere of K2-18 b. arXiv:2505.13407
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