El telescopio Webb detecta hielo de agua “semipesada” en una estrella joven similar al Sol

Un hallazgo clave para entender el origen del agua en el Sistema Solar

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Protoestrella L1527 IRS por telescopio espacial James Webb: NASA/ESA/CSA

Por primera vez en la historia, un equipo internacional de astrónomos ha detectado hielo de agua semipesada (HDO) en el entorno de una protoestrella similar a nuestro Sol, un descubrimiento que aporta nueva luz sobre el origen del agua en el Sistema Solar y su posible existencia antes del nacimiento del propio Sol.

El hallazgo ha sido posible gracias al Telescopio Espacial James Webb (JWST), que ha permitido observar con una precisión sin precedentes la región que rodea a L1527 IRS, una estrella en formación situada a unos 460 años luz de la Tierra, en la constelación de Tauro. Esta joven estrella aún está rodeada por una envoltura de gas y polvo, y en ella los investigadores han podido identificar la señal clara de agua semipesada en forma de hielo.

¿Qué es el agua semipesada?

El agua semipesada es una variante de la molécula de agua común. Mientras que el agua habitual está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H₂O), en el agua semipesada uno de esos átomos de hidrógeno es reemplazado por deuterio, una forma más pesada del hidrógeno que tiene un neutrón adicional. Esta molécula se denomina HDO, y su proporción en un entorno puede revelar cómo y dónde se formó el agua.

Cuando el agua se forma en condiciones extremadamente frías —como en las nubes oscuras de gas y polvo interestelar, donde nacen las estrellas—, es más probable que contenga deuterio. Por eso, la tasa de deuteración del agua (la proporción de HDO con respecto al H₂O) es una herramienta clave para los astrónomos que buscan reconstruir la historia del agua en el cosmos.

Una pista sobre nuestro pasado acuático

En los océanos de la Tierra, así como en los cometas y lunas heladas del Sistema Solar, los científicos han observado una proporción de agua semipesada mayor de lo que se esperaría si toda el agua se hubiera formado después del nacimiento del Sol. Esto ha llevado a la hipótesis de que parte del agua que hoy forma ríos, mares y nubes terrestres podría haberse originado mucho antes, en el hielo de las nubes interestelares primordiales.

Ahora, gracias a las observaciones del Webb, esta idea gana fuerza. “Hemos detectado una señal clara de hielo de agua semipesada en la envoltura de una protoestrella. Esto sugiere que el agua que allí existe se formó en una etapa muy temprana del proceso de formación estelar”, explica Katie Slavicinska, astrónoma de la Universidad de Leiden (Países Bajos) y autora principal del estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters.

Un viaje de miles de años luz… y millones de años

El telescopio Webb ha permitido observar esta señal en forma de hielo por primera vez. Antes, los astrónomos solo podían detectar el agua semipesada en su fase gaseosa, lo que dificultaba entender su origen debido a las alteraciones químicas que sufre en ese estado.

Además, la tasa de deuteración medida en L1527 IRS es similar a la observada en cometas del Sistema Solar, lo que refuerza la idea de que existe una conexión directa entre el agua interestelar y la que hoy conocemos en la Tierra.

Según la astrónoma Ewine van Dishoeck, coautora del estudio, “el agua parece seguir un trayecto bastante constante, desde las primeras etapas del nacimiento de una estrella hasta la formación de planetas y cometas que la conservan casi sin cambios”.

¿Agua más antigua que el Sol?

La detección de agua semipesada en una estrella en formación refuerza la hipótesis de que el agua del Sistema Solar, o al menos una parte importante de ella, es más antigua que el propio Sol. Es decir, nuestro planeta podría estar bebiendo del agua de una nube interestelar que existía mucho antes que nosotros, e incluso antes que nuestro astro rey.

Aunque aún existen diferencias entre las proporciones medidas en L1527 IRS y en algunos cometas o en el agua terrestre, los astrónomos creen que esto podría deberse a procesos químicos posteriores en el disco protoplanetario, o a diferencias entre las nubes que dieron origen a cada sistema estelar.

Este tipo de descubrimientos no solo nos ayudan a entender mejor nuestros orígenes, sino que también abren nuevas preguntas sobre la posibilidad de que agua —y tal vez vida— pueda surgir en otros sistemas planetarios.

El viaje del agua, desde las nubes cósmicas hasta los océanos, sigue siendo uno de los misterios más apasionantes del Universo. Y gracias a misiones como la del telescopio James Webb, cada vez estamos más cerca de resolverlo.


📚 Referencia científica:
Slavicinska, K., et al. (2025). Detection of HDO ice in the protostellar envelope of L1527 IRS. The Astrophysical Journal Letters.
NASA / ESA / CSA – Telescopio Espacial James Webb.

1 comentario

comments user
lucia

Me encantan estas cosas, que lástima que no se me queden los nombres de todo, es complicado para mi, pero sigo leyendo porque me gusta muchísimo. Gracias

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