Científicos proponen inocular Encélado con microbios terrestres para estudiar la creación de una biosfera extraterrestre

¿Y si pudiéramos observar cómo nace una biosfera desde cero en otro mundo? Esa es la audaz propuesta de un grupo de científicos liderados por Charles S. Cockell, del Centro de Astrobiología del Reino Unido, quien sugiere utilizar Encélado, una luna helada de Saturno, como laboratorio natural para crear —deliberadamente— un ecosistema microbiano.

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Recreación artística de Encélado. Generado con la IA por La Ciencia Espacial.

¿Por qué Encélado?

Encélado ha captado la atención de los astrobiólogos desde que la sonda Cassini reveló que posee un océano subterráneo en contacto con un núcleo rocoso. Este entorno contiene todos los ingredientes clave para la vida tal como la conocemos: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre (CHNOPS), así como condiciones físico-químicas compatibles con la vida microbiana, como pH y salinidad adecuados, y fuentes de energía como H₂ y CO₂, esenciales para procesos como la metanogénesis.

El experimento: sembrar vida donde no la hay

Si futuras misiones confirman que Encélado es habitable pero no está habitado, el equipo propone inocular su océano con microorganismos terrestres para observar cómo se desarrolla la vida en un entorno virgen. La idea es estudiar la expansión de comunidades microbianas, su evolución, la formación de redes tróficas y la interacción con el entorno geológico del planeta.

Por ejemplo, podrían usarse microbios como Methanobacterium subterraneum, un metanógeno alcalófilo que vive en ambientes subterráneos salinos de la Tierra. Incluso se plantea la posibilidad de usar organismos diseñados mediante biología sintética, adaptados a las condiciones únicas de Encélado.

Un experimento irrepetible a escala planetaria

La propuesta destaca por su escala sin precedentes: sería el primer experimento de génesis de biosfera en un mundo extraterrestre. No podría replicarse en laboratorio ni en otro planeta con condiciones idénticas, lo que lo convierte en una oportunidad científica única… y también en un dilema ético.

Los científicos planean usar tecnologías como cryobots (robots que perforan hielo) para depositar los microbios en el océano, o lanzar proyectiles hacia los géiseres del polo sur. La evolución de los organismos podría observarse mediante análisis de los materiales expulsados por los géiseres, o a través de redes de sensores distribuidos por toda la luna.

¿Qué podríamos aprender?

Cómo se forman ecosistemas en océanos oscuros y profundos.Qué tan rápido se desarrolla una biosfera.Cómo influye la microgravedad (0,0116 g en Encélado) en la biología celular.

Cómo se estabilizan los ciclos ecológicos en planetas vírgenes.Cómo diseñar biosferas en otros mundos para futuras colonias humanas.Incluso se discute el uso de microbios para producir biocombustibles o materiales útiles en futuras misiones al sistema solar externo.

El debate ético: ¿tenemos derecho a intervenir?

La inoculación de un mundo alienígena no está exenta de polémica. ¿Y si existiera vida autóctona que aún no hemos detectado? ¿Cómo afectaría la introducción de microbios terrestres a futuros estudios sobre el origen de la vida? ¿Bajo qué nivel de certeza podemos declarar un mundo verdaderamente «estéril»?

Los autores insisten en que este debate debe iniciarse ahora, ya que las herramientas para realizar el experimento ya están al alcance de la humanidad. Esta iniciativa podría ser viable mucho antes que terraformar Marte, lo que hace del proyecto uno de los desafíos científicos y éticos más inminentes de la exploración espacial.


Referencia: Charles S. Cockell, Holley Conte, M. Dale Stokes,Inoculando a Encélado,Política espacial,Volumen 71,2025,101650,ISSN 0265-9646,https://doi.org/10.1016/j.spacepol.2024.101650.(https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0265964624000419)

Resumen: El descubrimiento de entornos en el Sistema Solar que poseen condiciones capaces de sustentar los tipos de vida conocidos plantea la cuestión de si podrían ser inoculados deliberadamente para estudiar el proceso de surgimiento de las biosferas. Analizamos el caso de Encélado, el primer cuerpo planetario que ha demostrado de forma convincente poseer todos los requisitos de habitabilidad en la actualidad, y consideramos las maneras en que se lograría la inoculación. Presentamos ejemplos de las cuestiones científicas que podrían investigarse. La convincente ciencia que podría desarrollarse muestra cómo los mundos habitables plantearán nuevas cuestiones éticas. Dado que podríamos no tener certeza sobre su estado deshabitado, tendríamos que decidir entre una objeción de principio a cualquier experimento de inoculación o si cierto nivel de confianza en su estado deshabitado, determinado mediante un régimen de muestreo adecuado, permitiría la inoculación. Como la inoculación de océanos extraterrestres, que causaría cambios a escala planetaria, podría lograrse en un período de tiempo mucho más corto que, por ejemplo, la terraformación más especulativa de un planeta como Marte, las posibilidades científicas y los desafíos éticos que conllevan potencialmente representan un desafío a corto plazo.

Palabras clave: Encélado; Inoculación; Microbios; Ecología a largo plazo; Política; Ética

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