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El Hubble capta en detalle al nuevo visitante interestelar 3I/ATLAS

Astrónomos que trabajan con el Telescopio Espacial Hubble han observado por primera vez con alta resolución al cometa interestelar 3I/ATLAS, el tercer objeto conocido que llega desde fuera de nuestro sistema solar, tras 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov. Descubierto el 1 de julio de 2025 por el proyecto ATLAS, este viajero se mueve a unos 60 km/s y pasará por su punto más cercano al Sol el 29 de octubre. Su órbita es tan extrema que confirma su origen interestelar sin lugar a dudas.

Esta es una imagen del cometa interestelar 3I/ATLAS tomada por el telescopio espacial Hubble. El Hubble fotografió el cometa el 21 de julio de 2025, a 365 millones de kilómetros de la Tierra. El Hubble muestra que el cometa tiene una cápsula de polvo en forma de lágrima que se desprende de su núcleo sólido y helado. Dado que el Hubble seguía la trayectoria hiperbólica del cometa, las estrellas estacionarias de fondo aparecen estriadas en la exposición.
Esta es una imagen del cometa interestelar 3I/ATLAS tomada por el telescopio espacial Hubble. El Hubble fotografió el cometa el 21 de julio de 2025, a 365 millones de kilómetros de la Tierra. El Hubble muestra que el cometa tiene una cápsula de polvo en forma de lágrima que se desprende de su núcleo sólido y helado. Dado que el Hubble seguía la trayectoria hiperbólica del cometa, las estrellas estacionarias de fondo aparecen estriadas en la exposición. Crédito:NASA, ESA, D. Jewitt (UCLA); Procesamiento de imágenes: J. DePasquale (STScI)

Las imágenes del Hubble muestran que 3I/ATLAS ya es muy activo a más de 3,8 veces la distancia Tierra-Sol, expulsando polvo principalmente desde el lado iluminado por el Sol. La mayor parte de este material forma un abanico en dirección solar, mientras que una débil cola apunta en sentido contrario, empujada por la presión de la luz. Los científicos estiman que pierde entre 6 y 60 kilogramos de polvo por segundo, en partículas que probablemente son grandes, y que el núcleo del cometa tiene un radio inferior a 2,8 km, posiblemente mucho menor.

Imagen combinada F350LP de 130 s de 3I/ATLAS que muestra emisión asimétrica difusa hacia el noroeste. (Inferior) La misma imagen contorneada, con barra de escala y flechas de dirección. Las flechas amarilla y verde marcan, respectivamente, el vector de velocidad heliocéntrica negativa proyectada y la dirección antisolar proyectada. Crédito: NASA, ESA, D. Jewitt (UCLA), J. DePasquale (STScI)
(Superior) Imagen combinada F350LP de 130 s de 3I/ATLAS que muestra emisión asimétrica difusa hacia el noroeste. (Inferior) La misma imagen contorneada, con barra de escala y flechas de dirección. Las flechas amarilla y verde marcan, respectivamente, el vector de velocidad heliocéntrica negativa proyectada y la dirección antisolar proyectada. Crédito: NASA, ESA, D. Jewitt (UCLA), J. DePasquale (STScI)

Este comportamiento puede explicarse por la sublimación de hielos como agua, dióxido de carbono o monóxido de carbono, que se calientan por primera vez desde su formación, hace miles de millones de años, en torno a otra estrella. Además, el patrón de actividad sugiere que la capa superficial del cometa —posiblemente modificada por el bombardeo de rayos cósmicos durante su viaje interestelar— es lo bastante delgada para que el calor solar penetre y libere material.

El posible origen alienígena de 3I/ATLAS

En redes sociales han circulado teorías que atribuyen a 3I/ATLAS un origen artificial o “alienígena” por su velocidad y trayectoria. Sin embargo, los datos del Hubble y de observatorios terrestres muestran que sus propiedades —actividad cometaria, composición del polvo, brillo y color— encajan perfectamente con lo esperado para un núcleo helado natural procedente de otro sistema planetario. No hay indicios de estructuras metálicas, emisiones electromagnéticas no naturales o maniobras controladas: su movimiento responde únicamente a la gravedad y la presión de la luz solar, como en cualquier cometa.

La llegada de 3I/ATLAS ofrece una oportunidad excepcional para estudiar cómo son y cómo evolucionan estos mensajeros de otros sistemas estelares, y permitirá comparar sus características con las de sus predecesores interestelares y con los cometas que orbitan nuestro propio Sol.


Referencia: Jewitt, D., Hui, M.-T., Mutchler, M., Kim, Y., Agarwal, J. (2025). Hubble Space Telescope Observations of the Interstellar Interloper 3I/ATLAS. arXiv:2508.02934v2.

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