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Un hallazgo revolucionario reescribe la historia de la evolución humana

El Homo sapiens surgió de la unión de dos poblaciones desconocidas


Un nuevo estudio publicado en Nature Genetics ha sacudido los cimientos de la paleoantropología: hace 300.000 años, la especie humana moderna emergió no de una sola población, sino de la fusión de dos linajes ancestrales desconocidos. La investigación, basada en análisis genéticos avanzados y un innovador modelo computacional llamado Cobraa, sugiere que estos grupos estuvieron separados durante más de un millón de años antes de volver a unirse, dejando una huella indeleble en nuestro ADN.


Dos linajes separados durante más de un millón de años


Durante décadas, los científicos asumieron que Homo sapiens tenía un origen relativamente lineal en África, con eventuales cruces con neandertales y denisovanos. Sin embargo, este nuevo estudio propone un escenario mucho más complejo. Hace 1,5 millones de años, nuestros ancestros se dividieron en dos poblaciones distintas: una de ellas pasó por un cuello de botella poblacional, mientras que la otra se mantuvo estable y evolucionó por su cuenta.


Sorprendentemente, 300.000 años atrás, estos linajes volvieron a encontrarse y se mezclaron en un evento de hibridación masivo. Como resultado, al menos el 20% del genoma de los humanos actuales proviene de esta población misteriosa, que aún no ha sido identificada en el registro fósil.


La fusión que cambió nuestra evolución


El estudio también reveló que los genes heredados de esta población desconocida no se distribuyeron de manera aleatoria en el genoma humano. Algunas variantes específicas parecen haber sido favorecidas por la selección natural, particularmente aquellas relacionadas con la función cerebral y el procesamiento neuronal.


“Este hallazgo sugiere que la mezcla genética no solo contribuyó a la diversidad de Homo sapiens, sino que pudo haber desempeñado un papel clave en el desarrollo de nuestras capacidades cognitivas”, explicó el genetista principal del estudio.


Curiosamente, muchas de estas secuencias genéticas se encuentran alejadas de regiones funcionalmente críticas del ADN, lo que indica que la integración de estos genes no fue completamente armoniosa y que la selección natural eliminó algunas de las variantes menos compatibles.


¿Quiénes eran estos ancestros misteriosos?


La identidad de esta población desconocida sigue siendo un enigma. Aunque el registro fósil apunta a la existencia de Homo erectus y Homo heidelbergensis en África y Eurasia durante el mismo período, los investigadores no pueden confirmar si alguno de ellos fue el grupo "perdido" que contribuyó a la formación de nuestra especie.


“El ADN nos está contando una historia que aún no hemos encontrado en los fósiles”, señala el estudio. Con el avance de las técnicas de secuenciación y el descubrimiento de nuevos restos arqueológicos, los científicos esperan poder identificar pronto a estos ancestros ocultos en nuestra historia evolutiva.


Este descubrimiento no solo cambia la forma en que entendemos nuestros orígenes, sino que también ofrece una nueva perspectiva sobre la evolución en general. Aplicando el mismo modelo computacional en otras especies, los investigadores han detectado patrones similares de separación y fusión en gorilas, chimpancés y delfines.


La evolución humana, lejos de ser un camino lineal, parece haber sido un proceso dinámico y entrelazado, en el que diferentes grupos se separaban durante largos períodos y luego volvían a unirse, generando nuevas combinaciones genéticas y dando forma a nuestra biología actual.


 

Fuente: Cousins, T., Scally, A. & Durbin, R. A structured coalescent model reveals deep ancestral structure shared by all modern humans. Nat Genet (2025). DOI: 10.1038/s41588-025-02117-1

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