Bennu, un asteroide de 490 metros de diámetro, ha sido clasificado como el más peligroso hasta la fecha. Inicialmente, los astrónomos calcularon que podría colisionar con la Tierra en el año 2135 lo que liberaría una energía equivalente a 70.000 bombas atómicas de Hiroshima ¿Qué sabemos sobre el asteroide y sus riesgos?
En los confines del espacio, entre el vasto mar de estrellas y planetas, los asteroides se erigen como testigos mudos del tiempo y la evolución del universo. Uno de estos intrépidos viajeros cósmicos es el asteroide Bennu, una roca espacial que ha capturado la atención de científicos y astrónomos en todo el mundo. ¿Qué hace a Bennu tan especial y por qué estamos tan interesados en él?
Origen y Descubrimiento
Bennu, oficialmente conocido como 101955 Bennu, es un asteroide de tipo carbonáceo, lo que significa que contiene carbono y compuestos orgánicos, lo que lo convierte en un objetivo fascinante para la investigación científica. Fue descubierto el 11 de septiembre de 1999 por el proyecto LINEAR (Lincoln Near-Earth Asteroid Research) y se encuentra clasificado como un asteroide potencialmente peligroso debido a su proximidad a la Tierra.
Características Físicas
Esta serie de imágenes de MapCam se tomó en el transcurso de aproximadamente cuatro horas y 19 minutos el 4 de diciembre de 2018, cuando OSIRIS-REx hizo su primer paso sobre el polo norte de Bennu. Las imágenes fueron capturadas cuando la nave espacial se dirigía hacia Bennu, poco antes de su aproximación más cercana al polo del asteroide. A medida que el asteroide gira y crece en el campo de visión, el rango hacia el centro de Bennu se reduce de aproximadamente 7.1 a 5.8 millas (11.4 a 9.3 km). Este primer paso fue uno de los cinco sobrevuelos de los polos y el ecuador de Bennu que OSIRIS-REx realizó durante su estudio preliminar del asteroide. Fecha de toma: 4 de diciembre de 2018 Instrumento utilizado: OCAMS (MapCam) Crédito: NASA / Goddard / Universidad de Arizona
Bennu tiene un diámetro promedio de aproximadamente 490 metros, lo que lo convierte en uno de los asteroides más grandes y accesibles para el estudio cercano. Su forma es peculiar, parecida a un trompo, lo que ha llevado a los científicos a especular sobre su origen y evolución.
La Misión OSIRIS-REx
La fascinación por Bennu llegó a su punto máximo con la misión OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security, Regolith Explorer), lanzada por la NASA en 2016.
El objetivo principal de esta misión fue recoger muestras de la superficie de Bennu y traerlas de vuelta a la Tierra para su estudio detallado.Después de un viaje de más de dos años, la sonda OSIRIS-REx llegó a Bennu en diciembre de 2018 y comenzó a estudiar minuciosamente el asteroide.
Capturada el 11 de agosto durante el segundo ensayo del evento de recolección de muestras de la misión OSIRIS-REx, esta serie de imágenes muestra el campo de visión del generador de imágenes SamCam a medida que la nave espacial de la NASA se acerca a la superficie del asteroide Bennu. El ensayo llevó a la nave espacial a través de las primeras tres maniobras de la secuencia de muestreo a un punto de aproximadamente 131 pies (40 metros) sobre la superficie, después de lo cual la nave espacial realizó una quema de retroceso. Estas imágenes fueron capturadas durante un período de 13,5 minutos. La secuencia de imágenes comienza a aproximadamente 420 pies (128 metros) sobre la superficie, antes de que la nave espacial ejecute la maniobra “Checkpoint”, y se extiende hasta la maniobra “Matchpoint”, con la última imagen tomada aproximadamente a 144 pies (44 metros) sobre la superficie de Bennu. El brazo de muestreo de la nave espacial, llamado Touch-and-Go Sample Acquisition Mechanism (TAGSAM), es visible en la parte inferior del marco. La cabeza redonda al final de TAGSAM es la única parte de OSIRIS-REx que hará contacto con la superficie durante el evento de recolección de muestras. Al final del gif, un parche relativamente claro y oscuro del sitio de muestra de Bennu, Nightingale, aparece a la vista en la parte superior del marco. La gran roca a la que se acerca la nave espacial cerca del final de la secuencia (en el borde del cráter) tiene 43 pies (13 metros) en su eje más largo. El gif fue creado utilizando 42 imágenes tomadas por la cámara SamCam de la nave espacial. Para el contexto, las imágenes están orientadas con el oeste de Bennu en la parte superior. Durante el evento de recolección de muestras, que está programado para el 20 de octubre, SamCam documentará continuamente todo el evento de muestreo y la maniobra de aterrizaje. Fecha de toma: 11 de agosto de 2020 Instrumento utilizado: OCAMS (SamCam) Crédito: NASA / Goddard / Universidad de Arizona
Utilizando una técnica llamada “Touch-and-Go” (TAG), la sonda recolectó muestras de la superficie de Bennu en octubre de 2020.
Estas muestras se espera que lleguen a la Tierra el 24 de septiembre de 2023, lo que proporcionará a los científicos una visión única de los materiales primitivos que datan de los primeros días del sistema solar.
Importancia Científica
Bennu es como una cápsula del tiempo cósmica que podría contener pistas sobre la formación de nuestro sistema solar y el origen de la vida en la Tierra. Su composición de carbono y agua lo hace especialmente intrigante, ya que estos elementos son fundamentales para la vida tal como la conocemos.
Además de su valor científico, el estudio de asteroides como Bennu también tiene implicaciones prácticas para la defensa planetaria. Comprender mejor su órbita y composición es esencial para desarrollar estrategias de mitigación en caso de que un asteroide amenace la Tierra en el futuro.
Los riesgos del asteroide Bennu
Aunque el asteroide Bennu es un objeto fascinante desde una perspectiva científica, también plantea ciertos riesgos y preocupaciones, especialmente en relación con su órbita y su clasificación como un asteroide potencialmente peligroso. Aquí están algunos de los riesgos asociados con Bennu:
Impacto Potencial en la Tierra
Uno de los riesgos más preocupantes es que Bennu, como asteroide potencialmente peligroso, tiene una órbita que lo acerca a la Tierra. Si alguna vez su órbita se desviara lo suficiente, existe la posibilidad de que pudiera impactar nuestro planeta en el futuro. Sin embargo, las estimaciones actuales sugieren que las probabilidades de impacto son muy bajas durante los próximos siglos.
Efectos de Tsunami y Explosión
El impacto de un objeto de las dimensiones de Bennu en la Tierra tendría consecuencias devastadoras. Dependiendo del lugar del impacto, podría generar tsunamis masivos si aterriza en el océano o causar una explosión equivalente a la detonación de numerosas bombas nucleares si impacta en tierra firme.
Destrucción Regional
Incluso si Bennu no llegara a impactar directamente en la Tierra, fragmentos más pequeños podrían hacerlo, causando daños significativos a nivel regional. Estos fragmentos podrían provocar explosiones en la atmósfera o golpear áreas pobladas.
Cambios Climáticos Temporales
En caso de un impacto masivo, el polvo y los escombros expulsados a la atmósfera podrían bloquear la luz solar, provocando un enfriamiento global temporal y afectando los patrones climáticos. Esto podría tener graves consecuencias para la agricultura y la vida en la Tierra.
Medidas de Mitigación
Dada la clasificación de Bennu como potencialmente peligroso, es esencial llevar a cabo un seguimiento constante de su órbita para calcular y prever cualquier posible riesgo de impacto. Además, se están estudiando medidas de mitigación, como desviar asteroides potencialmente peligrosos mediante misiones espaciales diseñadas para cambiar su trayectoria.
¿Podría Bennu impactar la Tierra en 2135?
El riesgo de que el asteroide Bennu impacte la Tierra en 2135 fue una preocupación inicial que se planteó cuando se descubrió el asteroide. Sin embargo, las observaciones y cálculos posteriores han reducido significativamente esta probabilidad.
La misión OSIRIS-REx de la NASA, que estudió detenidamente a Bennu y recogió muestras de su superficie, proporcionó datos cruciales sobre su órbita y su comportamiento. Basándose en esta información actualizada, las estimaciones más recientes sugieren que las posibilidades de un impacto en 2135 son extremadamente bajas, casi despreciables.
Los científicos han trabajado en la predicción de la órbita de Bennu y han concluido que las futuras órbitas del asteroide no lo llevarán a una colisión con la Tierra en el siglo XXII. A pesar de esto, el estudio y la vigilancia continuos de Bennu y otros asteroides son esenciales para evaluar y mitigar posibles amenazas en el futuro.