Solaris es una novela escrita por Stanisław Lem y publicada en 1961, que se ha convertido en un clásico de la ciencia ficción.
Esta obra cuya historia transcurre en el escenario de un planeta homónimo, es una de las obras más conocidas de Lem. Se han realizado varias adaptaciones cinematográficas como “Solaris” de Nikolái Nirenburg en 1961, la adaptación “Solaris” de Andréi Tarkovski en 1972 y más recientemente, “Solaris” de Steven Soderbergh en 2002.
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La fascinación por Solaris: una obra plagada de elementos de terror, filosofía y aventura
Ha pasado más de medio siglo desde Stanisław Lem publicó su novela Solaris en Varsovia (Polonia). Pero a pesar del paso del tiempo, esta obra consiguió trascender como un clásico de la ciencia ficción.
Narrada en primera persona, es una novela que va más allá de fascinantes viajes espaciales. Llena de toques de aventura, misterio, filosofía, investigación y terror, la trama gira en torno a Kris Kelvin, psicólogo y científico solarista, protagonista de esta historia.
Tras la llegada del protagonista a la estación que orbita alrededor de Solaris; con el fin de esclarecer una serie de misteriosos acontecimientos ocurridos en torno a la tripulación de la estación espacial, comienzan un caos que marca el descenso al miedo.
Kelvin se encuentra con la muerte de algunos de los miembros de la tripulación espacial, entre los que se hallaba un antiguo colega suyo. Mientras que otros dos miembros empiezan a presentar síntomas de locura.
Sin embargo, el elemento más terrorífico de la obra es quizá el gigantesco ser que habita este mundo.
Descrito como un organismo vivo que ocupa toda la superficie de Solaris, similar a un océano que produce mareas y que siempre está en constante movimiento, es un ser con inteligencia y capacidades, que los científicos llevan décadas estudiando sin entenderlo.
El “monstruo de Solaris”
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En principio, Kelvin se dedica a la investigación de la muerte de su colega en la estación espacial, pero no pasa mucho para que caiga en el mismo estado paranoide que afecta al resto de la tripulación.
En su alucinación, el protagonista despierta en una habitación con su fallecida exmujer. También descubre que el resto de los miembros tienen sus propios visitantes, por lo que decide averiguar su origen y cómo destruirlos.
Pronto, se da cuenta que estas copias solarianas son casi indestructibles y que provienen del subconsciente, ya que Solaris es capaz de leer la mente de las personas.
El enigma de Solaris apunta a un antiguo misterio descubierto un siglo antes, y que seguía sin resolver. Mientras que la ciencia solarística jamás obtuvo respuestas para estos misterios.
Kelvin descubre que sus amigos Snaut y Sartorius también tienen visitantes y se propone averiguar de dónde vienen, por qué aparecen y, por último, cómo deshacerse de ellos.
Al final, se cuestiona nunca abandonar el planeta para quedarse al lado de Harey, su exmujer, pero esta copia de Solaris termina por no permitir el sacrifico del psicólogo, y se sacrifica en su lugar para que los tripulantes puedan ser libres de los visitantes de este mundo.
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La exploración de la posibilidad de contacto extraterrestre en Solaris
Otro de los elementos que más destacan de Solaris es el enfoque del escritor a las posibilidades de contacto extraterrestre.
Solaris por Stanisław Lem publicado en 1961.
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Lem, dedica gran parte de la novela a explorar cuáles serían las consecuencias del contacto de la humanidad con una especie alienígena. Este es un tema que el escritor adopta como recurrente y del cual vuelve a hacer uso de forma posterior en su obra “La voz de su amo”.
La conciencia del océano de Solaris resulta tan diferente al ser humano e incomprensible, por lo que es calificada de monstruoso. Y se abre el debate entre los investigadores de este fenómeno quienes cuestionan su verdadero origen, y si se trata de inteligencia que una ha conocido otros seres inteligentes.
A través de toda la novela nos enfrentamos a una posibilidad menos optimista y hasta aterradora, de lo que sucedería ante el contacto con otros seres inteligentes en la galaxia. Es una trama que nos plantea que ni siquiera podemos concebir esta experiencia, y cuáles serían las diferencias culturales y cómo especie.
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Una obra de ciencia ficción con un enfoque distinto
Los elementos de Solaris son distintos a otras obras de ciencia ficción. Esto quizá se debe a que Lem no era como tal un escritor de este género, y llevó su trama a la exploración de otros elementos más allá del telón.
Si bien Solaris está catalogada como una novela de ciencia ficción, su escritor no ahonda tanto en los detalles científicos y se enfoca más en explorar las complejidades de la mente humana.
Un ejemplo de esto son las escenas de confusión y paranoia de Kelvin, en las que se cuestiona cuál es la realidad o si lo que ve es producto de su imaginación.
“Solaris” de Steven Soderbergh en 2002
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Por otro lado, el océano pensante se convierte en un símbolo de la conciencia. Pero además de parte de la inteligencia, el ser humano no es igual al océano de este mundo, lo que nos lleva a preguntarnos qué es lo que nos hace humanos realmente.
Los visitantes o réplicas de Solaris, son capaces de leer las mentes y sueños de las personas. Son seres que estudian la psique humana y la enfrentan a escenarios que están más allá de la racionalidad, y ante los que se debe dejar los prejuicios de lado para superarlos.
Además, no solo los miembros de la tripulación se ven enfrentados a la exploración de su psique. Las réplicas también tienen que encontrar su camino al descubrir la verdad de su creación.
Los lectores de Solaris pueden encontrar que la trama tiene diversos elementos distintivos de investigación científica. Pero como hemos visto, lo que la hace tan emblemática va más allá de sus detalles científicos. Es la forma en la que explora cuál es el verdadero significado de la humanidad: sentimientos, inteligencia o quizá la voluntad, junto al planteamiento de las posibilidades de un contacto entre humanos y otras formas de vida inteligente.