Si existen millones de galaxia, ¿Cómo podemos estar solos en el universo? Esta es una de las dudas que nos abre las puertas a conocer más de la paradoja de Fermi y preguntarnos: ¿Dónde están todos en el universo?
Siempre hemos apreciado la belleza de un cielo lleno de estrellas. Sin embargo, algunas personas se llegaron a cuestionar alguna vez qué más hay en la inmensidad de las estrellas y galaxias.
Después de todo, existen millones de galaxia y millones de estrellas. Y en medio de esta inmensidad, ¿Existe la posibilidad de que haya otras civilizaciones?
En el mundo científico se han desarrollado diversas teorías acerca de civilizaciones evolucionadas, que quizá contarían con poderosas reservas de energía y tendrían la posibilidad de conquistar otros planetas.
Y estas civilizaciones fueron clasificadas en distintos niveles de acuerdo a su evolución y su acceso a la energía de su planeta.
Escala de Kardashov y la búsqueda de civilizaciones
La escala de Kardashov se utiliza para clasificar civilizaciones inteligentes en diferentes categorías según su nivel energético.
Civilización Tipo I: usa por completo la energía de su planeta. La humanidad se sitúa en el nivel 0,7, ya que no usamos toda nuestra energía, pero nos acercamos.
Civilización Tipo II: es capaz de acceder a la energía de su estrella anfitriona y sacar provecho de ella.
Civilización Tipo III: este tipo de civilización puede acceder a una energía comparable al poder de la Vía Láctea.
Este nivel de clasificación arroja hipótesis, como aquellas que nos dicen que de existir civilizaciones inteligentes con características similares a las nuestras, estas tal vez podrían haber evolucionado hasta llegar al nivel III. Y estas tendrían la capacidad de realizar viajes interestelares y dominar la galaxia.
Galaxia Andrómeda. Crédito: Hubble Nasa Telescope.
Otras hipótesis de la colonización galáctica apuntan a una civilización que lograra la creación de maquinaria que viaje a otros planetas, que cuente con la capacidad de autorreplicarse (utilizando las materias primas de cada planeta), y que además, hubiera llegado hasta el nivel de clasificación III, podría conquistar otros rincones de la galaxia en unos 3,75 millones de años mandando réplicas a cada planeta.
Y continuando con esta teoría, si al menos el 1% de una civilización hubiera alcanzado el nivel III, esto querría decir que deberían existir dentro de nuestra galaxia unas 1000 civilizaciones de este tipo.
Sin embargo, la humanidad aún se encuentra en la búsqueda de señales que indiquen que en este universo hay otras civilizaciones inteligentes. Y este es uno de los planteamientos que se hizo el físico italiano Enrico Fermi sobre la existencia de otros mundos.
Las estimaciones que llevaron a la paradoja de Fermi
Durante toda su vida, Fermi realizó grandes aportes a la física en el comportamiento estadístico de muchas partículas cuánticas y la estructura física. Pero además de esto, también creó diversas estimaciones basadas en hipótesis de partida, conocidas como “problemas de Fermi”.
Estas estimaciones están basadas en una deducción de la primera prueba de la bomba atómica y la potencia de su detonación.
Una de las historias sobre este físico, menciona que Fermi realizó estas estimaciones, ya que estuve presente en esta prueba. Y en el momento en que finalizó la onda expansiva, dejó caer unos pequeños papeles para observar su recorrido, valorando así la potencia de la bomba y ubicando su valor en la magnitud real aplicada por los científicos.
Paradoja de Fermi: ¿dónde están todos?
Pero más allá de esta anécdota, algo que se encuentra en la historia es que en 1950, Fermin junto a sus colegas Edward Teller, Emil Konopinski y Herbert York y Emil Konopinski, debatieron la existencia de civilizaciones extraterrestres.
Dentro de este debate, se mencionó la posibilidad de que la humanidad ya hubiera sido visitada por otras civilizaciones.
El planteamiento de Fermi explica que en la galaxia hay cien mil millones de estrellas. Y entre estas estrellas, muchas pueden ser similares al Sol, mientras que otras pueden ser incluso más viejas.
Basándose en esta teoría, hay una gran posibilidad de que alguna de estas estrellas cuente con planetas con las condiciones suficientes para desarrollar vida inteligente. A medida que estas civilizaciones continuarán desarrollándose y lograran sobrevivir a través del tiempo, avanzarán tecnológicamente tanto como para llegar a un punto en que el podrían realizar viajes espaciales a distintos rincones del universo.
Y que a pesar de que no sean capaces de moverse a la velocidad de la luz, sí han logrado visitar nuestro planeta.
Con todos estos puntos que conectan esta teoría, la Tierra debería tener una constancia de la visita de seres extraterrestres. Y al no encontrar respuesta, Fermi se hizo la pregunta de: “¿Dónde está todo el mundo?”.
En busca de las señales de la visita de otras civilizaciones
Esta paradoja de Fermin es usada hoy en día para seguir debatiendo acerca de si la humanidad ya ha recibido o no, visitas de civilizaciones más avanzadas. Y si esto ha sido así, ¿Dónde están las señales? ¿Y cómo podemos tener contacto con estos seres extraterrestres?
Paradoja de Fermi: ¿dónde están todos?
Numerosas razones se han dado a conocer a lo largo de los años. Algunas de las explicaciones afirman que la única razón por la que no hay indicios de la visita de seres alienígenas, es porque estas civilizaciones no existen.
Otras explicaciones aseguran que la falta de evidencia de visita alienígena se debe al “Gran Filtro”. Esta es una teoría que habla que hay un punto entre la pre-vida y el nivel de civilización tipo III, en que surge un muro contra el que todas las civilizaciones chocan.
Es un “muro” que actúa como una especie de “filtro evolutivo” que impide que la vida siga evolucionando. Pero esta teoría a su vez abre la puesta a los cuestionamientos de si somos los primeros en el hilo evolutivo o en qué punto estamos como forma de vida.
Por otra parte, otras hipótesis planean que si hay civilizaciones más avanzadas, pero ya nos visitaron antes que el ser humano existiera. Otras hablan sobre que aún no nos hemos topado con ellas o que tal vez no sería bueno contactar con sus señales porque podrían se peligrosas.