Con la nave espacial Orión, la NASA se lanzará a la exploración del espacio tras entrar en la órbita terrestre impulsada por el cohete Space Launch System (SLS). Un viaje que dará inicio a las pruebas para establecer a futuro viajes comerciales hacia el espacio profundo.
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La nave será lanzada el 29 de agosto de 2022, de acuerdo a la reprogramación del cronograma espacial de la ARTEMIS, desde el Centro Espacial Kennedy en Florida para sobrevolar la Luna, con el impulso del Sistema de Lanzamiento Espacial y contará con todos los avances tecnológicos de los últimos cincuenta años en exploración espacial.
La propuesta tecnológica de la nave espacial Orión
La propuesta de la nave espacial Orión fue presentada en 2014 al Presidente George W. Bush, cuando se planteó el desarrollo de un nuevo vehículo de exploración espacial con la capacidad de transportar científicos y astronautas hacia el espacio.
Este anuncio representó nuevas posibilidades de explorar el espacio luego de la tragedia de Columbia en 2013. Y se anunció bajo el nombre de CEV (Vision for Space Exploration), pero con el tiempo el nombre fue cambiado a MPCV (Multipurpose Crew Vehicle), más conocida como Orión.
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La nave significó la oportunidad ideal para la NASA de desarrollar un proyecto de la magnitud de la misión espacial Apollo, implementando lo más novedoso en tecnología pionera para operaciones de lanzamiento, vuelos tripulados y misiones robóticas espaciales.
Y en conjunto con inversores y otras agencias espaciales, entre 2005 y 2009 se creó la nave multifunción de Orión. Sin embargo, por diversas reestructuraciones el proyecto fue cancelado hasta que durante la administración del expresidente Obama la propuesta fue rescatada y fue puesta en marcha el resto de las etapas de su desarrollo.
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Las tres etapas de desarrollo del vehículo de exploración
El desarrollo de Orión fue previsto en tres etapas en las que se integrarían diversas características que diferenciarían la nave de su predecesora Apollo.
Ilustración de la Nave espacial Orión. Crédito: NASA
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En la primera etapa se dio prioridad a los detalles de la propuesta de un vehículo de exploración que permitiría realizar misiones tripuladas de larga distancia. Mientras que en la segunda etapa se centró en desarrollar el CVE de manera que fuera apto para realizar misiones interplanetarias durante varios meses, y que incluyera módulos habitables y de investigación, lo que permitiría llegar a destinos como la Luna, Marte y otros lugares del espacio profundo.
En la etapa tres pasaron a ajustarse los detalles para que los vehículos de exploración realicen viajes hasta destinos como Marte, con aterrizajes en La Luna y el planeta rojo como parte de su recorrido.
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Por otro lado, también se trabajó en sus sistemas de alta capacidad que conectan de forma eficaz a través de la red Ethernet, todos los elementos de vuelo de la nave, procesando la información con el cerebro de toda la nave: el Vehicle Management Computer.
Los elementos de la nave Orión
La nave Orión está compuesta por el módulo de tripulación, el módulo de servicio, el módulo de montaje step, el sistema de control y escape y el display stand.
Entre estos componentes, los dos primeros módulos y el sistema de escape son los principales de la nave Orión, ya que contienen el equipamiento esencial para llevar a cabo la misión.
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Módulo de tripulación
El módulo de tripulación de Orión tiene un diseño cónico que recuerda al Apollo. Aunque a diferencia de este, tendrá capacidad para llevar alrededor de seis personas y cuenta con tecnología mucho más moderna como:
Sistema de gestión de residuos (con un baño similar al de la Estación Espacial Internacional).
Atmósfera de nitrógeno/oxígeno (con una presión variable entre el nivel del mar y presión reducida a 55,2 – 70,3 kPa).
Sistemas de control digital Glass cockpit (que responden manualmente en caso de emergencia).
Otra característica del CM es que utilizará una combinación de bolsas de aire para recuperar la capsula. Y aunque mantiene su capacidad de acuatizaje, esta es limitada a los casos en los que los impulsores de reentrada sean activados.
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Además, una característica que también destaca es que este módulo está construido en una aleación de aluminio y litio también usada en el de podrá ser reutilizado hasta diez veces en vuelos tripulados y no tripulados.
Módulo de servicio
Tiene una forma cilíndrica más corta y más ligera que el del Apollo. El módulo de servicio de Orión (SM) contará con dos paneles solares que reemplazarán a necesidad de utilizar combustible.
Dentro de este módulo se encuentra el sistema de propulsión, reservas de agua y aire, así como el equipo de control térmico.
Los sistemas de propulsión de la nave están compuestos por una serie de motores, que tienen como motor principal un Aerojet Rocketdyne AJ10-190 de 25,7 KN. Este motor trabajará en conjunto con ocho propulsores ocho propulsores R-4D-11 ubicados en la base de la estructura y otros veinticuatro motores 220 Newtons de menor tamaño, que están distribuidos por toda la nave.
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Sistema de escape
Es el sistema clave que busca asegurar la seguridad de los tripulantes de la nave durante la fase de despegue, con el fin de evitar un desenlace similar al ocurrido con el Challenger, que carecía de un sistema similar.
Sistema de escape Orion, permite abortar el despegue separando la capsula del SLS. Crédito: NASA
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Este se encuentra integrado por varios elementos que aseguran la protección y posibilidad de escape para los tripulantes en caso de cualquier percance.
Segmento que recubre toda la capsula y que ofrece protección estructural.
Motor de escape que separa la capsula en situaciones de accidentes o desvío de la trayectoria.
Motor de eyección del sistema que tras el lanzamiento, desprende la capsula del sistema de escape para dejarla en modo vuelo y operaciones de reentrada.
Estructuras de interconexión y motor de control que se activa para proporcionar los ajustes necesarios.
Un cono de diseño aerodinámico para su lanzamiento.
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El principal objetivo de todos los elementos integrados en la nave será probar las condiciones que permitirán a los astronautas vivir, trabajar, y controlar la nave espacial desde el módulo de servicio de tripulación. Al igual que comprobar los factores de potencia y propulsión, y de impulsar a la tripulación hacia un lugar seguro en caso de cualquier emergencia durante el lanzamiento.
Si todo se desarrolla como está previsto, el próximo vuelo de Orión será en la misión no tripulada agendada para febrero, que se realizará en conjunto con el Sistema de Lanzamiento Espacial integrado, y que forma parte de las primeras pruebas que buscan validar las capacidades necesarias para iniciar en las próximas décadas la exploración espacial profunda con tripulantes, empezando con la vuelta del ser humano a la Luna.
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