Investigadores sugieren que partículas expulsadas por el sistema estelar más cercano podrían haber alcanzado los límites de nuestro Sistema Solar.
El sistema estelar Alfa Centauri, el más próximo a la Tierra a unos 4.3 años luz de distancia, podría estar enviando material interestelar hacia nuestro Sistema Solar. Un reciente estudio publicado en arXiv por científicos de la Universidad de Western Ontario, Canadá, sugiere que partículas expulsadas desde este sistema podrían haber llegado ya a la Nube de Oort, la vasta región de cuerpos helados en la periferia del Sistema Solar.
Un hallazgo inesperado
Paul Wiegert, coautor del estudio, declaró a Space.com que la cantidad de material detectado proveniente de Alfa Centauri fue una "verdadera sorpresa". Aunque el espacio es inmenso, los modelos sugieren que la eyección de material por interacciones gravitacionales dentro del sistema Alfa Centauri podría estar impulsando asteroides y partículas en nuestra dirección a un ritmo detectable.
Las simulaciones del equipo indican que podrían existir cerca de un millón de fragmentos de más de 100 metros de diámetro en la Nube de Oort, una cifra que podría aumentar significativamente cuando Alfa Centauri alcance su mayor proximidad a nuestro Sistema Solar en aproximadamente 28,000 años.
¿Cómo identificar estos objetos?
Los asteroides o cometas de Alfa Centauri, si llegaran más cerca del Sol, podrían presentar características únicas que permitirían rastrear su origen. Según el estudio, estos objetos viajarían a velocidades y trayectorias específicas, lo que facilitaría su identificación en futuras observaciones.
Para Wiegert, la posibilidad de analizar material proveniente de otro sistema estelar sin necesidad de una misión de retorno es emocionante: "Sería como recibir una muestra de Alfa Centauri de manera gratuita".
Aunque por ahora la probabilidad de que uno de estos objetos se acerque lo suficiente para ser observado es baja, este hallazgo abre una nueva ventana para el estudio de la interacción entre sistemas estelares y la posibilidad de rastrear material exosolar en nuestro propio vecindario cósmico.