Este duro entorno es uno de los análogos más cercanos de la Tierra a Marte.
Los barrancos corren por las paredes del cráter Newton en Marte. (Crédito de la imagen: NASA/JPL–Caltech/MSSS)
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Microbios nunca antes vistos que viven en las profundidades del permafrost en uno de los manantiales de agua más fríos y salados de la Tierra podrían proporcionar un plan para la vida en Marte.
En Lost Hammer Spring, que se encuentra sobre el Círculo Polar Ártico en Nunavut, Canadá, el agua salada burbujea a través de 2,000 pies (600 metros) de permafrost. El agua tiene una salinidad de aproximadamente el 24%, y la sal actúa como un anticongelante para permitir que el agua permanezca líquida incluso a temperaturas bajo cero. Pero es la falta de oxígeno libre, menos de 1 parte por millón, lo que hace que las condiciones allí sean realmente extrañas.
De hecho, el ambiente frío, salado y libre de oxígeno hace de Lost Hammer Spring uno de los análogos más cercanos de la Tierra a Marte, que tiene depósitos de sal generalizados dejados por el agua antigua. Y algunos investigadores han argumentado que los cambios observados en barrancos y rayas oscuras en las laderas de las paredes de los cráteres podrían haber provenido del agua salada que brota del subsuelo, similar al manantial en Lost Hammer, aunque muchos científicos favorecen las avalanchas secas como quizás una explicación más probable.
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Ahora, un equipo de científicos ha encontrado vida microbiana en las condiciones extremas de Lost Hammer Spring y ha secuenciado los genomas de unos 110 organismos que viven allí, revelando pistas sobre cómo la vida podría sobrevivir en el duro entorno de Marte.
Aunque los microbios se han descubierto en condiciones similares a las de Marte en la Tierra antes, este es uno de los primeros estudios en encontrar que estos “extremófilos” están activos en un ambiente tan inhóspito.
“Tomó un par de años de trabajo con el sedimento antes de que pudiéramos detectar con éxito las comunidades microbianas activas”, dijo Elisse Magnuson, estudiante de doctorado en la Universidad McGill en Montreal y autora principal de un nuevo estudio que describe los hallazgos.
Lost Hammer Spring, 560 millas (900 kilómetros) al sur del Polo Norte. (Crédito de la imagen: Elisse Magnuson)
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Para sobrevivir a las duras condiciones de Lost Hammer Spring, los microbios son anaeróbicos, lo que significa que no respiran oxígeno. En cambio, para alimentar sus metabolismos, consumen metano y otros compuestos inorgánicos, como dióxido de carbono, monóxido de carbono, sulfato y sulfuro, todos los cuales se encuentran en Marte.
En particular, la presencia de metano en Marte es un misterio sin resolver; los científicos están divididos sobre si su origen es geológico o biológico. El sedimento en el permafrost en Lost Hammer Spring emite continuamente gases que incorporan metano y podría proporcionar una pista adicional sobre el origen de las columnas de metano detectadas en Marte.
Una impresión artística del rover Rosalind Franklin, que está probando sus capacidades de detección de vida utilizando muestras de microbios de Lost Hammer Spring. (Crédito de la imagen: ESA/ATG Medialab)
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