Este es uno de los más importantes fenómenos aéreos no identificados (UAP), y que cuenta con el número de testigos más elevado del Mundo. Un evento tan grandioso que casi cuatro décadas más tarde sigue llamando la atención de ufólogos y astrónomos, podría ser un caso más espectacular que el propio Roswell ocurrido en julio de 1942.
Audio real del avistamiento OVNI realizado el 19 de mayo de 1986 en Brasil.
Atención: Los hechos que se describen a continuación son verídicos, corresponden a archivos desclasificados por las fuerzas armadas y televisado para todo el país en directo.
Nos remontamos al día 19 de mayo de 1986 en el Aeropuerto Internacional Professor Urbano Ernesto Stumpf, ubicado en la ciudad de São José dos Campos, Estado de São Paulo, Brasil. El controlador aéreo Sérgio Mota da Silva no se imaginaba que aquella noche de trabajo seria inolvidable, no solamente para él, si no que para toda la nación y el Mundo.
La noche de aquel lunes, 21 objetos no identificados, algunos de ellos de más de 100 metros de diámetro, fueron vistos por centenas de testigos civiles y militares en más de 4 provincias brasileñas que equivalen al tamaño de países como Ecuador o España. Residentes de São Paulo, la economía más desarrollada del país, Rio de Janeiro, Minas Gerais y Goiás, vieron con sus ojos la veintena de objetos de cruzaban el cielo aquella noche y, los cazas que intentaban sin éxito una aproximación.
En la pequeña ciudad de Guaratinguetá, Provincia de São Paulo, el avistamiento fue colectivo. Quien nos lo cuenta es el ufólogo Edison Boaventura Júnior, presidente del Grupo Ufológico de Guarujá.
Sobre las 20h, aproximadamente dos mil militares, entre ellos alumnos de la academia de oficiales de las fuerzas armadas y de la escuela de sargentos de la fuerza aérea brasileña, fueron testigos a través de observaciones directas y con el empleo de binoculares. Dr. Boaventura Júnior
Despegan 5 aviones de combate para interceptar los objetos
Cinco aviones de combate de la Fuerza Aérea Brasileña despegaron del Centro de Operaciones de la Defensa Aérea (CODA) para interceptar los invasores. Según los pilotos militares, todos oficiales, los objetos eran multicolor, se quedaban estáticos en el cielo, volaban en zigzag, cambiaban de color, realizaban curvas en un ángulo recto y corregían su altitud y velocidad que superaba hasta 15 veces la velocidad del sonido.
En ocasiones, los pilotos tenían contacto visual con los blancos, pero los radares no registraban nada. En momentos puntuales, los radares detectaban los objetos, pero los pilotos no los veían. El Ejercito del Aire consideró que raras veces se obtuvieron confirmación instantánea. Controlador aéreo, Sérgio da Silva Mota
Contacto inmediato
Sobre las 20h, el Sargento Sérgio da Silva Mota inició su jornada de trabajo auxiliando el despegue del vuelo número 703 de la empresa aérea Rio Sul, con destino a Rio de Janeiro. En este momento presenció una luz, similar a una farol, parada en el cielo.
Molesto con lo que veía, llamó a la torre de control del trafico aéreo del Aeropuerto Internacional de Guarulhos, para confirmar si estaba prevista la llegada de algún vuelo en São José dos Campos. La respuesta fue negativa.
Mientras hablaba por teléfono con la torre de Guarulhos, el objeto desapareció, y en pocos segundos volvió a aparecer con un brillo más intenso. Controlador aéreo, Sérgio da Silva Mota
En ese exacto momento, Sergio utilizó unos binoculares para observarlo mejor y se dio cuenta que el objeto era multicolor.
El Sargento disminuyó la intensidad de las luces de la pista de aterrizaje para observarlos mejor y al hacerlo, para su sorpresa los UAP se aproximaron y al recuperar la luces los objetos se distanciaron. Para Sergio, esta es la mejor prueba para demostrar que se trataban de seres inteligentes.
Panico dentro de un avión
Tres aviones comerciales que volaban cerca de la zona realizaron avistamientos. El primer avión fue un Embraer 110 de la aerolínea TAM, hoy en día LATAM. El avión realizaba el trayecto de Londrina (sur de Brasil) a São Paulo (zona de los principales avistamientos).
El piloto se puso en contacto directo con el Comando Central de Trafico Aéreo, para informar que un objeto se estaba aproximando en ruta de colisión.
El segundo avión era de la aerolínea Transbrasil que realizó un llamado a la Torre para notificar el avistamiento de un UFO (Unidentified Flying Object) sobre la región de Araxá, interior de la provincia de Minas Gerais.
El tercero y último avión era un bimotor Xingú, con registro PT-MBZ pilotado por el entonces Coronel Ozires Silva, Presidente de la empresa publica de aeronáutica de Brasil (EMBRAER) que, volvía de la capital del país tras una reunión realizada con el presidente de la Republica, José Sarney. En el avión también estaba el copiloto Alcir Pereira da Silva.
A las 21:04, Sergio, el controlador aéreo, se puso en contacto con el bimotor. Inicialmente le pregunta si había realizado el avistamiento de “algo fuera de lo común”. A traves del radar, el controlador había detectado 3 UFOs sobre la ciudad de São José dos Campos.
Es importante mencionar, para quienes no la conocen, la ciudad de São José dos Campos es la sede de la empresa aeronáutica brasileña Embraer que, es competencia directa de Boeing y Airbus en la construcción de aviones regionales principalmente.
Tras el contacto con la torre de control, Ozires y Alcir avistaron las luces y pusieron rumbo hacia su dirección.
Todas las personas que intentar perseguir algo asó acaban desaparecidas. ¿Lo sabias? Copiloto Alcir Pereira da Silva
Pero esta vez nadie desapareció.
Este evento OVNI es conocido por el nombre de: “La noche oficial de los OVNIs”.
En búsqueda de la verdad
Quien también estaba observando el cielo aquella noche era el fotógrafo Ademir Britto que, sobre las 21h recibió una llamada del periódico Vale Paraibano.
Hay un platillo volante sobre el edificio de redacción. Voz masculina no identificada en llamada telefonica realizada a Ademir Britto
Al principio, Ademir pensó que era una broma de mal gusto, pero decidió investigar y se puso en contacto con la periodista Iara Carvalho.
Cuando llegó al edificio de la redacción del periódico presenció unas luces multicolor que se desplazaban por todas las direcciones. Equipado con una Nikon, una lente objetivo de 500mm y un carrete pudo realizar algunas fotografías, las únicas de aquella noche.
Crédito: Ademir Britto
Estaba sorprendido y emocionado por haber registrado este momento. No he visto nada igual nunca más. Ese avistamiento jamás podrá ser borrado de mi memoria. Ademir Britto
Un mes más tarde, dos oficiales del Centro Técnico Aeroespacial (CTA), acompañados del ufólogo norteamericano James J. Hurtak, visitaron la redacción del periódico y solicitaron al editor jefe los negativos de las fotografías.
El material, según Hurtak, seria analizado por la NASA, pero 34 años más tarde sigue sin ser devuelto.
He llegado a la conclusión que aquellos objetos eran del espacio y, desde mi punto de vista estaban observando instalaciones militares e industrias de Brasil. Ademir Britto
Para ellos esto ha sido un juego
Los riesgos de una tragedia aérea era inminente. Los objetos, además realizaban maniobras imposibles según nuestras leyes de la física. Para empeorarlo todo, los UAP sobrevolaban instalaciones estratégicas para la defensa aérea del país, como el Instituto de Estudios Espaciales (INPE) y el Centro Aeroespacial (CTA) en São José dos Campos, además de las academias militares de formación de oficiales y sargentos de la Fuerza Aérea Brasileña.
Por este motivo el comandante de las Fuerzas Armadas de Brasil, Octávio Júlio Moreira Lima (1926-2011), fue informado de los hechos. Es entonces cuando realiza la orden de despegue de 3 aviones de combate, dos F-5 y un Mirage entran en acción.
El primero de ellos, un F-5, registro FAB-4848, pilotado por el teniente Kleber Caldas Marinho, despegó de la Base Aérea de Santa Cruz a las 22:34.
El segundo avión de combate, un Mirage F-103, registro FAB-4913, comandado por el capitán Armindo Sousa Viriato de Freitas (foto), despegó de la Base Aérea de Anápolis a las 22:48.
Capitán Armindo Sousa Viriato de Freitas. Crédito: Acervo Edison Boaventura Júnior
El tercer avió, otro F-5, registro FAB-4849, pilotado por el capitán Márcio Brisolla Jordão, despegó a las 22:50 también de la Base Aérea de Santa Cruz.
Los tres aviones de combate recibieron la misión de interceptar los objetos de modo no agresivo, es decir, no emplear el armamiento que llevaban equipado, deberían acercarse de forma pacifica. Pero no lo lograron.
Cuando los combatientes intentaron acercarse a los objetivos, desaparecieron de la vista de los militares y de las pantallas de radar. Y luego reaparecerían en otro lugar.
Todo allí era muy curioso e inusual. Desde el tamaño de los objetos, el más grande de ellos, probablemente la nave nodriza de la flota, tenía 11 kilómetros de largo, y su tecnología fue inmensamente superior a la nuestra Ufólogo Ademar José Gevaerd
“En ningún momento intentaron atacarnos. Jugaron al ‘gato y al ratón’ con nosotros”, agregó.
En ese momento, los pilotos recibieron instrucciones de activar el “modo rojão”. Es decir, maniobrar la aeronave con las luces de navegación apagadas y el sistema de armas activado.
A lo largo de los años, he tenido la oportunidad de entrevistar a personal militar de alto rango que, entre otras cosas, me ha dicho: ‘En Brasil, no disparas ovnis porque no representa una amenaza’ y ‘No sabemos cómo reaccionarían si fueran atacados. Ufólogo Ademar José Gevaerd
Más allá de la velocidad del sonido
Uno de los operadores del Centro de Operaciones Militares pensó que los artefactos observados por el teniente Marinho eran, de hecho, aviones espía. En un informe, el piloto pidió que se le preguntara si había algún portaaviones de bandera extranjera en la costa brasileña. No se encontró nada.
El capitán Jordan estaba realizando búsquedas visuales en la región de São José dos Campos cuando, a las 22:59 horas, su controlador de vuelo, el sargento Nelson, le informó que había “numerosos tráficos a las seis horas de su avión”. En lenguaje militar, significa que los objetivos volaron detrás de él.
El piloto realizó una maniobra de 180° en un intento de visualizar a sus perseguidores, pero no pudo detectar nada. Según las imágenes de radar, 13 ovnis, siete en un lado y seis en el otro, “escoltaron” el F-5 del capitán Jordan.
A unos 800 km de distancia, en Goiás, el capitán Viriato continuó su misión de intercepción. A las 11:09 p.m., una señal no identificada apareció, a 15 millas de distancia, en su radar a bordo. Inmediatamente, el piloto incriminó su objetivo y se preparó para disparar contra el presunto enemigo.
Pronto, el Mirage del capitán Viriato alcanzó una velocidad de mach 1.3, aproximadamente 1,000 millas por hora. Cuando estaba a cinco millas del objetivo, sucedió algo impensable: el artefacto aceleró bruscamente. Según los cálculos del piloto, alcanzó un increíble Mach 15, el equivalente a 18.375 km/h.
“Si hay un avión que pueda desarrollar esta velocidad, no lo sé”, dijo el capitán Viriato en una entrevista con el programa Globo Repórter de TV Globo en 1993.
A modo de comparación, el avión más rápido de la historia es el X-15 norteamericano. En octubre de 1967 alcanzó su velocidad máxima: 7.274 km/h.
“Hasta el día de hoy, no sabemos quiénes eran, de dónde venían o qué querían. Pero sabemos que, además de ser reales, esos aviones estaban controlados por algún tipo de inteligencia”, dice el ufólogo Thiago Luiz Ticchetti, presidente de la Comisión Brasileña de Ufólogos (CBU).
Periódico “Vale Paraibano” — Foto: Adenir Britto
A lo largo de la noche, despegaron dos cazas Mirage más: uno, prefijo FAB-4918, pilotado por el capitán Rodolfo Silva e Souza, y otro, FAB-4917, comandado por el capitán Júlio Cézar Rozemberg.
El primero despegó a las 11:17 p.m., y el segundo despegó a las 11:46 p.m., ambos desde la Base Aérea de Anápolis en Goiás. Ninguno de los dos logró ningún contacto, visual o a través del radar a bordo, con ningún objeto volador.
No estamos solos
El 23 de mayo de 1986, a las 4:30 p.m., el entonces Ministro de Aeronáutica, Octavio Júlio Moreira Lima, convocó a una conferencia de prensa para informar a la prensa que cinco combatientes de las FAB persiguieron a 21 ovnis.
No se trata de creer o no [en seres extraterrestres o platillos voladores]. Solo podemos dar información técnica. Los supuestos son varios. Técnicamente, les diría que no tenemos ninguna explicación. Ministro de Aeronáutica, Octavio Júlio Moreira Lima
Al final de la conferencia de prensa, a la que asistieron los cinco pilotos y controladores de vuelo que estaban de servicio esa noche, el Ministro de Aeronáutica declaró que el episodio sería absuelto y que, dentro de 30 días, daría a conocer un expediente completo.
Sólo 23 años después, el 25 de septiembre de 2009, se publicó un informe sobre el caso, firmado por el Comando interino de la Fuerza Aérea (COMDA) José Pessoa Cavalcanti de Albuquerque y fechado el 2 de junio de 1986.
“Como conclusión de los hechos constantes observados, en casi todas las presentaciones, este Comando debe parecer que los fenómenos son sólidos y reflejan de cierta manera la inteligencia, por la capacidad de monitorear y mantenerse alejado de los observadores, así como volar en formación, no necesariamente tripulado”, dice el documento.
Documentos confidenciales divulgados por la FAB (Foto: Archivo Nacional)
Los informes sobre el caso no son concluyentes. Nadie puede decir con certeza lo que sucedió la noche del 19 de mayo de 1986. Sin embargo, nadie descarta la hipótesis de la existencia de vida inteligente en otros planetas.
“Los seres humanos somos muy presuntuosos. Creemos que somos los dueños del universo”, dijo el coronel Ozires Silva a la estación de radio 95 On-Line 95.7 FM en Curitiba en 2014.
En nota, la Fuerza Aérea informó que todo el material disponible sobre los ovnis ya ha sido enviado a los Archivos Nacionales. Además, no cuenta con profesionales especializados para realizar investigaciones científicas ni emitir una opinión sobre este tipo de fenómenos aéreos no identificados.
Hoy en día, es el segundo archivo más visitado de los Archivos Nacionales, solo pierde ante los informes de la dictadura militar.
El registro OVNI de Brasil cubre un período de 64 años y va desde 1952, cuando dos reporteros de la desaparecida revista “O Cruzeiro” vieron un OVNI volando sobre Barra da Tijuca, Río de Janeiro (RJ), hasta 2016, cuando un piloto de la FAB reportó un supuesto avistamiento.
Aparentemente, la verdad todavía está ahí fuera.
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