Todo lo que nos rodea se compone de materia y partículas, desde las plantas, los animales, nuestro cuerpo, y el inmenso espacio. Sin embargo hay zonas donde se encuentra el opuesto de la materia, conocido como la antimateria.
Al principio este concepto sonaba a ciencia ficción y eran pocos los científicos que se adentraban a estudiarlo, hasta que la física cuántica dio una perspectiva real de que todo lo que compone al universo debe poseer una carga opuesta.
¿Qué es la antimateria?
Como su nombre lo indica, es la contraparte de la materia y está constituida de antipartículas. Estas actúan de la misma forma que lo hacen la materia y las partículas que hoy en día conocemos.
La principal diferencia entre ellos radica en que son totalmente opuestos en su composición, teniendo como resultado cargas opuestas que vendrían siendo los 3 átomos que componen la materia:
Los positrones (o antielectrones) son los opuestos de los electrones.
Los antiprotones son los opuestos de los protones.
Los antineutrones son los opuestos de los neutrones.
Si se toma este concepto con respecto a nuestra materia, como puede ser un átomo de hidrógeno, su opuesto en antimateria sería un átomo de antihidrógeno.
El primero se compone de una partícula de electrón con carga negativa y un protón con carga positiva, mientras que el segundo tiene una partícula de positrón con carga positiva y un antiprotón con carga negativa.
Si bien el concepto de la antimateria era solo una teoría que no pasaba al plano real, gracias a la ecuación de Dirac se dio paso a la aceptación de la energía negativa, es decir de la antimateria.
Posibilidad de impactar contra la antimateria
La existencia de la materia y la antimateria en un mismo espacio conllevaría a la destrucción de ambos en una explosión nuclear, lo cual se traduce como un choque de energía pura entre ambos compuestos.
Esto es algo que se ha teorizado mucho con respecto al Big Bang y el posible choque inicial entre partículas de materia y antimateria, las cuales se encontraban en misma proporción.
De esta colisión inicial vinieron otras más hasta quedar solo la materia, o en otro sentido prevaleció más materia que antimateria en el universo. Esto llevó a muchos eruditos a preguntarse porque hubo ese resultado tan disparejo si solo las antipartículas pueden destruir las partículas a las que son opuestas.
Algunos creen que las leyes de la naturaleza favorecen de cierta forma a las partículas por encima de las antipartículas, mientras que otros sospechan de la presencia de partículas oscilantes. Estas vendrían siendo partículas que pueden cambiar a antipartículas, y lo mismo en sentido opuesto.
Impacto entre un planeta de materia y otro de antimateria.
Ruptura del equilibro electromagnético
El alto riesgo que existe con respecto a las partículas oscilantes es su inestabilidad y la imprevisibilidad de cual estado va a terminar manteniendo, una partícula o antipartícula. Si elementos de partícula y antipartícula se encontrasen, se produciría una fuerte interacción electromagnética.
En el inmenso espacio se cree que existe una zona no explorada de antimateria residual, la cual ha podido mantenerse durante miles de millones de años y representa tanto un riesgo para la Tierra como un avance en la ciencia.
Incluso desde otro punto de vista más teórico, puede existir todo un planeta Tierra de antimateria, siendo el opuesto de nuestra Tierra natural. El acercamiento de ambos planetas produciría una fuerte explosión producto de la ausencia de la fuerza débil y fuerza fuerte.
Estos principios de las fuerzas fundamentales son los que mantienen unidos y separan las partículas de otras. Al no existir debido a la destrucción por contacto con la antimateria, el equilibrio se rompe y solo queda la energía pura produciendo una fuerte liberación de rayos gamma.