Los astrónomos reaccionaron rápidamente cuando un conjunto de telescopios terrestres detectaron anomalías en la galaxia NGC 4568. Al dirigirse a su posición desde el telescopio espacial Hubble, fue posible “presenciar” el momento del estallido en supernova de esta estrella que recibió el nombre de SN 2020fqv.
Crédito:NASA, ESA, R. Foley (UC Santa Cruz), J. DePasquale (STScI)
Los astrónomos fueron testigos recientemente de la explosión de la supernova SN 2020fqv dentro de las galaxias Butterfly, como son conocidas las galaxias NGC 4567 y NGC 4568 que interactúan. Ubicadas a unos 60 millones de años luz de distancia en la constelación de Virgo. Los investigadores emplearon rápidamente al Telescopio Espacial Hubble de la NASA / ESA en las secuelas.
Junto con otros telescopios espaciales y terrestres, el Hubble entregó un asiento en el anillo a los primeros momentos de la desaparición de la estrella, dando una visión completa de una supernova en la etapa más temprana de explosión.
Hubble sondeó el material muy cerca de la supernova que fue expulsada por la estrella en el último año de su vida. Estas observaciones permitieron a los investigadores comprender lo que le estaba sucediendo a la estrella justo antes de que muriera, y pueden proporcionar a los astrónomos un sistema de alerta temprana para otras estrellas al borde de la muerte.
El proceso de una supernova
Para estudiar a las supernovas los astrónomos muchas veces recurren a diferentes telescopios ubicados en la Tierra y en el espacio. Tomando como ejemplo otras explosiones más avanzadas en curso.
Es el caso del estudio de la supernova ubicada en la Nebulosa del Cangrejo.
Nebulosa del Cangrejo. Crédito: NASA, ESA, G. Dubner (IAFE, CONICET-Universidad de Buenos Aires) et al.; A. Loll y otros; T. Temim et al.; F. Seward et al.; VLA/NRAO/AUI/NSF; Chandra/CXC; Spitzer/JPL-Caltech; XMM-Newton/ESA; y Hubble/STScI
La Nebulosa del Cangrejo, ubicada a 6500 años luz de la Tierra en la constelación de Tauro (El Toro), es el resultado de una explosión de supernova que fue observada por astrónomos chinos y de otros países en 1054.
En su centro hay un púlsar, visible gracias a observaciones del telescopio de rayosX Chandra. Un púlsar es una estrella de neutrones súper densa, girando una vez cada 33 milisegundos en este caso, que dispara haces giratorios de ondas de radio y luz visible en forma de faro.
Observación de la Nebulosa del Cangrejo con Chandra rayosX. Crédito: Chandra/ NASA
Alrededor del púlsar se encuentra una mezcla de material; parte de ella fue expulsada originalmente de la estrella antes de que se convirtiera en supernova, y el resto fue expulsado durante la explosión misma. Los vientos de partículas que se mueven rápidamente vuelan desde la estrella de neutrones, energizando el polvo y el gas a su alrededor.
Después de la supernova
El estallido de supernovas dan origen a increíbles vistas observadas desde la Tierra, como es el caso de la Nebulosa de la Tarántula.
Tras las explosiones de las estrellas, su material queda distribuido por enormes regiones pudiendo expandirse por miles, hasta millones de años luz.
Crédito:Equipo de Patrimonio del Hubble (AURA/STScI/NASA/ESA)
En esta imagen observamos a la Nebulosa de la Tarántula desde la esquina superior ocupando prácticamente toda la imagen. En la esquina inferior derecha observamos un cúmulo estelar llamado Hodge 301, que vive dentro de la Nebulosa de la Tarántula, la Gran Nube de Magallanes. Las observaciones están puestas sobre Hodge 301, hogar de futuras supernovas.
Observaciones futuras
El nuevo telescopio espacial James Webb ayuda a los científicos a observar mejor estos eventos astronómicos. Recientemente, James Webb, realizó una instantánea increíble de la Nebulosa de la Tarántula, revelando estrellas que antes no eran visibles.
Muchas veces las nubes dejadas por el estallido de grandes supernovas ocultan mucha información sobre el espacio, ya que muchos telescopios no logran ver lo que hay por detrás de ellas. El telescopio espacial James Webb ha venido para cambiarlo.