El telescopio espacial James Webb (NASA/ESA/CSA) ha capturado imágenes extraordinarias del sistema estelar en formación Lynds 483 (L483), revelando estructuras nunca antes vistas en alta resolución gracias a su capacidad para detectar luz en el infrarrojo cercano. La nueva imagen muestra un espectáculo de eyecciones de gas y polvo en tonos anaranjados, azules y púrpuras, producido por dos estrellas jóvenes en pleno proceso de formación.

Un sistema dinámico en evolución
A lo largo de decenas de miles de años, los dos protoestrellas en el centro de L483 han expulsado periódicamente material en forma de chorros rápidos y flujos más lentos. Cuando las eyecciones más recientes chocan con material previamente expulsado, se crean complejas estructuras en el gas y el polvo, dando lugar a intrincadas formas que reflejan la dinámica del entorno. Estas interacciones también generan reacciones químicas que han resultado en la formación de compuestos orgánicos como monóxido de carbono y metanol, fundamentales para la química del universo.
Un vistazo a las estrellas ocultas con James Webb
Los protoestrellas se encuentran en el centro de la imagen, rodeadas por un disco horizontal de gas y polvo tan denso que apenas ocupa un píxel en la imagen captada por Webb. Sin embargo, su luz se filtra a través de regiones menos densas, creando un patrón visual en forma de reloj de arena con conos luminosos de color naranja. En contraste, áreas extremadamente oscuras en la imagen revelan zonas donde la densidad del polvo es tan alta que la luz apenas puede penetrar. Incluso en estas regiones, Webb ha logrado captar estrellas distantes como diminutos puntos anaranjados detrás de la densa nube de polvo.
Enigma en la estructura de las eyecciones
El telescopio también ha identificado regiones donde los chorros estelares parecen retorcidos o desviados, sugiriendo la presencia de obstáculos en su camino. Un destacado arco anaranjado en el borde superior derecho de la imagen marca un frente de choque, donde las eyecciones han encontrado material denso que ha frenado su avance. En otra zona, una interacción caótica de colores rosa y naranja indica una región que requiere más estudio para comprender su origen.
En la parte inferior de la imagen, estructuras de color púrpura emergen del gas y polvo, desafiando la fuerza de los vientos estelares. Estas pequeñas columnas son formaciones densas que han resistido la erosión provocada por los poderosos flujos de material expulsados por las estrellas.
El futuro de L483
Los astrónomos esperan que, en millones de años, las protoestrellas terminen de formarse y alcancen masas similares a la del Sol. Para entonces, sus intensas eyecciones habrán despejado gran parte del material circundante, dejando solo un disco de gas y polvo que podría dar lugar a la formación de planetas.
L483 debe su nombre a la astrónoma estadounidense Beverly T. Lynds, quien en la década de 1960 elaboró detallados catálogos de nebulosas oscuras y brillantes al estudiar placas fotográficas del primer estudio del cielo realizado por el Observatorio Palomar. Su trabajo permitió trazar mapas detallados de nubes de polvo denso, fundamentales para la comprensión de la formación estelar mucho antes de la era digital y la llegada de internet.
El telescopio James Webb sigue proporcionando una ventana sin precedentes al universo, permitiendo a los científicos desentrañar los secretos de la formación estelar y la evolución del cosmos con un nivel de detalle nunca antes alcanzado.