Un sistema solar está formado por planetas que orbitan alrededor de una estrella, la cual es la encargada de dar el calor necesario para generar vida en alguno de ellos, como pasa en el planeta Tierra.
Anuncios
La fuerza que mantiene a los planetas girando alrededor de una estrella por millones de años es la misma que puede en cualquier momento enviar a esos planetas a vagar por el espacio por el resto de su tiempo, por lo que no concibe vida en su superficie.
En el sistema solar existe la zona habitable en la que gira la Tierra. Este espacio podría variar y moverse en caso de que algún planeta errante se acerca lo suficiente al Sol, ocasionando que la Tierra obtenga energía de ese vagabundo interestelar y sentir un tirón gravitacional.
Este tipo de eventos ocurre muy a menudo. Muchos planetas errantes se acercan eventualmente a nuestro Sol, pero no tienen la suficiente masa para ejercer una fuerza significativa que mueva las órbitas de los planetas afectados.
Anuncios
Variación de la órbita planetaria
El sistema solar presenta un orden gravitacional conocido como órbitas planetarias, que están basadas en su ciclo elíptico alrededor de la estrella principal de dicho sistema conocida como nuestro sol.
Cada orbita de los planetas responden a las leyes naturales de la física, que fueron descubiertas por científicos como Newton, y validadas por otro gran grupo de científicos y matemáticos hasta nuestros días.
Existen variaciones intrínsecas en nuestro sistema solar producto de mareas solares, viento solar o variaciones en sí misma de la inclinación del eje planetario o de sus órbitas, poco comunes e imperceptibles muchas veces.
Anuncios
Sin embargo, las estrellas errantes no son cometas como a veces se piensa. En realidad estas son cuerpos celestes iridiscentes que se pueden mover libremente por el espacio a grandes velocidades pasando por sistemas solares como el nuestro.
El Instituto Max Planck de radioastronomía en Alemania sostiene una teoría que puede suceder nuevamente un desajuste del sistema solar.
Dicho instituto sostiene que en los inicios del sistema solar que tenemos en la actualidad, algún planeta errante pudo transitar cerca de la órbita de Neptuno trastocando todas las órbitas gravitacionales alrededor del Sol
Como resultado de ello las órbitas se volvieron más elípticas y alargadas, expulsando a otros planetas, que pasarían a ser nombrados como planetas externos, fuera del campo gravitacional que da orden a este sistema.
Anuncios
Paso de una estrella o planeta errante
Se debe separar los eventos de colisiones físicas entre planetas fijos, estrellas o planetas errantes de los choques de cuerpos celestes. El desajuste del sistema solar es meramente producido por las variaciones y arrastre gravitacionales durante el pasaje de dichos cuerpos.
Un desajuste gravitacional causaría serias consecuencia irrevertibles para el planeta Tierra. Créditos: busquedaextraterrestre.com
Anuncios
Estas mediciones de distancia corresponden a las UA que son las unidades astronómicas. La UA es una distancia y el patrón valido de la misma de la tierra al Sol que equivale a 150 millones de km.
Si se habla de medidas como las de Neptuno se notan órbitas alejadas que pudieron ser ocasionadas por el paso de estrellas errantes de unos 30 UA.
A diferencia de las estrellas errantes cuyos campos de gravedad inciden de una forma muy significativa en el sistema solar, pudiendo generar modificaciones en las órbitas elípticas según la posición de su paso por el sistema.
Estrella y planeta errante. Créditos: busquedaextraterrestre.com
Anuncios
La cercanía entre un planeta errante y alguno de los que conforma nuestro sistema solar puede alterar significativamente al primero en función de su masa, la velocidad de paso y el acercamiento a los diferentes cuerpos.
Se producirían variaciones definitivas en el orden orbital de la galaxia, dando una nueva forma a los períodos en tiempo y a las distancias en UA con respecto al epicentro del sistema que es de Sol.
Anuncios