Gran parte de los recursos para buscar vida extraterrestre se destinan a empezar por donde nosotros podríamos vivir. Pero, ¿Y si la vida es como no la conocemos?
El reconocido científico Avi Loeb, en su seminario de primer año en Harvard en septiembre de 2021, sorprendió a los alumnos que asistían cuando les invitó a realizar una reflexión acerca de la vida extraterrestre. Loeb hizo referencia al planeta potencialmente habitable más cercano a la Tierra, Próxima b, un planeta que orbita la estrella Próxima Centauri situada a 4,2 años luz de la Tierra.
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Con el pasar de los años científicos de todo el mundo hablan de la imposibilidad de que exista vida en Próxima b, para justificarlo se basan en datos del exoplaneta, como por ejemplo, el acoplamiento de marea o la radiación infrarroja que la estrella lanza sobre su superficie.
Los estudios realizados no tienen porque descartar la existencia de vida en su superficie, para Loeb “Cuando tratamos de imaginar algo que nunca hemos visto, a menudo optamos por algo que hemos visto. Por esa razón, en nuestra búsqueda de vida extraterrestre generalmente buscamos vida tal como la conocemos”.
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¿existe un camino para expandir nuestra imaginación a la vida como no la conocemos?
Imaginar que pueden existir seres alienígenas que no tengan las mismas necesidades biológicas que los seres humanos causa espanto en muchos foros de astrobiología, física, química y los estudios que se relacionan con el estudio de la vida. Para Loeb no es un tema imposible, igual que para la receta de un pastel podemos intercambiar ingredientes, para la formación de vida también debería ser posible. ¿Por qué no creer que en lugar de agua otra forma de vida necesita metano líquido?
Después de reflexionar sobre el tema, volvemos a valorar las posibilidades de vida en Próxima b, digamos que para que la vida sea posible debería haberse desarrollado con la habilidad de sobrevivir en un planeta “hostil” castigado por los rayos infrarrojos de su estrella. Suponiendo que esas criaturas existan, ¿Cómo se verían sus ojos sensibles al infrarrojo? Quizá sería lo más parecido a un camarón mantis, que posee visión infrarroja. Los ojos del camarón se parecen dos pelotas de ping-pong conectadas con cuerdas a su cabeza. “Parece un extraterrestre”.
Una fotografía de un camarón mantis Odontodactylus Scyllarus hembra. Crédito: Public Domain
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Existen inúmeras posibilidades que exista vida además de la nuestra en el universo, podrían existir condiciones habitables en el océano de Encelado, satélite natural de Saturno o Europa en Júpiter, pero también podrían existir formas de vida en objetos que flotan en el espacio interestelar. En un estudio publicado en 2018 se baraja la posibilidad que los objetos con vida podrían exceder la cantidad de planetas rocosos en la zona habitable de una estrella, es decir, que la probabilidad de que exista vida diferente a la que conocemos es mucho más grande según el estudio realizado.
La existencia de vida en lugares tan poco esperados para nosotros, podría dar formas de vida verdaderamente exóticas. Sin irnos muy lejos, aquí en la Tierra han sido encontrados animales microscópicos congelados que sobreviven 24 mil años en Siberia, Rusia, y también se descubrió que la vida microbiana persiste hasta 100 millones de años bajo el lecho marino.
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La NASA lanza al espacio con cierta frecuencia misiones para buscar vida, un ejemplo de ello es el rover Perseverance o las próximas misiones a Venus para estudiar su atmosfera y posibles microorganismos que podrían sobrevivir flotando en ella. La pregunta es ¿Debemos limitar la búsqueda a la vida tal y como la conocemos? Alternativamente la vida podría haber sido transportada de un mundo a otro, esto se conoce como panspermia.
No importa como sea la vida ahí fuera lo importante es que no dejamos de buscar y cada vez tenemos más recursos para ese objetivo. Creemos firmemente que en los próximos 40 años seremos capaces de encontrar vida en otro planetas gracias a tecnologías como la del telescopio espacial James Webb. Esperamos estar aquí para publicarlo.
